25 abril 2016

Eh tú,


Eh tú!!!  has abierto y cerrado  ventanas y puertas, revuelto mis cajones, dado la vuelta a mis ideas, naufragado mis indecisiones, cumplido mis solicitudes, trillado mis prejuicios, agotado y llenado mi reserva de paciencia. Tú que has cerrado mis ojos de día y me has obligado a pernoctar contigo a dos velas, en el silencio de una tenue luz que suplicas que no se apague.
Llorando sin razones y sonriendo sin excusas me has contagiado de inocencia en cada mirada, mientras abrazabas mis latidos yendo a contratiempo con mis respiraciones.
Como soplo de aire fresco,
   como agua de mayo,
     como fuego en el hogar,
       como tierra que sembrar,
tienes los 4 elementos que conforman la naturaleza de este pequeño mundo poblado de sueños.
Eres pequeño, sencillo, semilla que germinará en una mañana no muy lejana, ese en el que espero volver la mirada hacia el pasado y decirte: “Lo hicimos lo mejor que pudimos, pero sigue tú, concluidlo vosotros. Mejorad este mundo”.
No te voy a pedir nada que no sea que seas feliz y que mires las estrellas cada noche antes de cerrar los ojos. Porque siempre hay una estrella para el que quiera mirarla.




Pequeña Gran Revolución


2 comentarios:

  1. Perfectas las dos últimas líneas con las que cierras este texto. Ser felices e intentar ver siempre la belleza que hay en el mundo es lo mejor que les podemos desear a los que más queremos.

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