31 diciembre 2015

Cara o cruz

Cada fin de año el mismo ritual. Cogía su moneda de la suerte y echaba a cara o cruz sus decisiones.
Pajarita o corbata, Cordero o pollo. Albariño o Rioja. Uvas con pepitas o sin pepitas. Seguir muriendo o seguir viviendo.





Felíz Año Nuevo 2016!!!

26 diciembre 2015

Imperfecciones

Un cuadro torcido, los relojes ruidosos, el chillido de una puerta, las ventanas que se golpean, los grifos que gotean y el sonido que hacía mamá con la boca cuando comía. Preparada la lista de cosas a eliminar de mi vida, aquella misma noche empezaría por la última de ellas.


Publicado en 50 Palabras

Cincuenta palabras 


22 diciembre 2015

Bola de nieve


"Es la magia de la Navidad" - Dijo mientras apoyaba la bola de nieve en la mesilla y se dormía soñando despertarse dentro de ella.
 #LiriTuits



30 noviembre 2015

Piedra, papel o tijera



Y de repente el papel en el último intento de escapar de la tijera acabó soltando palabras para huir más ligero. Así que ahora una hoja en blanco, lejos de afiladas cuchillas, vencía al puño del último aliento del escritor.



Microrrelato seleccionado en el  IV Concurso de microrrelatos de temática libre "Pluma, Tinta y Papel".



24 noviembre 2015

Parches




Sentía las manos atadas cada vez que debía enfrentarse a aquella decisión. Nunca fue fácil anudar problemas para solucionar presentes, pero era lo único que tenía. Su vida se antojaba como la de un hacker creando parches. Echaba silicona a los cerrojos en vez de buscar llaves, atrincheraba puertas en lugar de abrirlas, sellaba ventanas ante la amenaza de la luz y la transparencia. 
De ésta salía victoriosa una vez más, pero la pregunta que no le dejaba dormir era “¿Hasta cuándo?”.



16 noviembre 2015

Calefacciones

Hacía un año que no encendían la calefacción. En realidad no sabían si funcionaría. Un año sin purgar los radiadores, un año sin girar las roscas, un año sin pasar el agua por las tuberías. Pablo, el mayor de los cuatro hijos de Elena, saltaba de alegría en su cuarto cuando el radiador de debajo de su escritorio empezó a calentarse.
- ¡Bien mama, ya podré hacer aquí los deberes yo solo! Era simpático el señor que ha venido a arreglárnosla, me ha dado hasta un caramelo.
A Elena se le saltaron las lágrimas de la alegría de sus hijos. Y sólo detuvo ese instante de felicidad el fugaz pensamiento de que mañana vendría otro señor a arreglar la calefacción de nuevo.


 

01 noviembre 2015

La comida familiar


- Y este año no vienen los niños – Dijo Fina con tono enfadado antes de hacer que dormía.
- Déjalos, ya son mayores – respondió el resignado Ramón con un largo suspiro.
Como cada año desde hacía un lustro Fina aguardaba el día con ilusión. Desde que vio aquel documental en la tele el sentido de las fechas cambió para ella. Metió el mantel de cuadros y las servilletas en la cesta encima de todo para cubrir los filetes empanados y la tortilla. No le hacía mucha gracia coger la bota de vino, pero era lo único a lo que no había renunciado su marido. Con las flores en una mano y la cesta en la otra, estaba preparada para bajar a la calle.
- Vamos Ramón, que no quiero llegar tarde, ya sabes que a mamá le gustaba comer pronto.
- Sí cariño, ya voy.
Y con un “maldito documental mejicano” entre los dientes, Ramón bajó a buscar el coche para ir al cementerio.







28 octubre 2015

La escolinha de Muanona




Su sonrisa me traspasó como un cuchillo. Ese haz de luz blanca apareció de la nada al ver el globo volar lentamente. No podía creer como las cosas insignificantes hasta antaño se llenaran de un sentido totalmente nuevo. Todas las palabras estaban cambiando su significado desde que estaba en la escolinha de Muanona en Nacala, Mozambique. Como unas serpientes dejaban atrás su piel para envolverse de una nueva, con más tonalidad, sonoridad y belleza; todo ello ayudado por los niños y las mujeres de allí. El saludo o las gracias, antes algo cortés y repetitivo, se tornaba alegría, respeto e ilusión. Los posesivos, antes de mudar de piel eran egoístas y materialistas, ahora se vestían de plurales a compartir. Los adjetivos, fríos y coordinados, se renovaban ante mis ojos para ofrecerme un arcoíris de sensaciones transmitidos con gestos. Los verbos, inmóviles en mi ciudad del cierzo, se desplazaban hasta lugares insospechados dispuestos a  remover mi alma y mi mundo. Todo cobraba un sentido nuevo, incluso yo que me descubrí de nuevo y mudé mi piel para dejar atrás mis días rojos, como decía Audrey Hepburn, y empezar a colorearlos no en Tiffani´s sino en África. 



Fotografía: Cedida por Pilar Modrego.

22 octubre 2015

El siete y medio


Tenía un caballo y un dos, sólo necesitaba un poco de suerte para ganar aquel siete y medio. Sudaba al ver cómo disfrutaba la embaucadora crupier con aquella timba improvisada en el hielo. Jorge estaba a mi derecha sentado, apenas podía mover el brazo derecho por el impacto recibido y su cara ensangrentada no auguraba nada bueno. No pude ni despedirme de él, fue levantar la carta y largarse enfurecido. Ramiro ya se había marchado en la anterior mano asfixiado por la nieve. Como en un fusilamiento aguardé  mi turno mirando a la crupier decidido a pedir carta antes que plantarme. No recuerdo bien el momento en que di la vuelta al naipe, sólo que me desperté en el hospital más próximo a la montaña. Supongo que saqué un cinco.