24 noviembre 2015

Parches




Sentía las manos atadas cada vez que debía enfrentarse a aquella decisión. Nunca fue fácil anudar problemas para solucionar presentes, pero era lo único que tenía. Su vida se antojaba como la de un hacker creando parches. Echaba silicona a los cerrojos en vez de buscar llaves, atrincheraba puertas en lugar de abrirlas, sellaba ventanas ante la amenaza de la luz y la transparencia. 
De ésta salía victoriosa una vez más, pero la pregunta que no le dejaba dormir era “¿Hasta cuándo?”.



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