11 noviembre 2014

#microrrelatos #microcuentos III


¿Tienes sitio para mi? - preguntó ella clavando la mirada en su nuca. Y así es como se acomodó la melancolia en su espalda.
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"Ni se te ocurra volverte"- fueron sus últimas palabras. El mar siempre quiere lo suyo, por eso nunca pudo llevarla a tierra firme.
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 ¿Cuenta para el curriculum la experiencia en "Quitar hierro al asunto" ?
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Y sabía q su vida era diferente. Dentro era la protagonista de su historia. Cruzando la puerta de la celda era una anónima más
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 Amaba la belleza pasajera, por eso cortaba flores todas las mañanas para verlas marchitar de noche. Lo mismo q con sus amantes
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 ¿Que necesidad hay de volver alli? La respuesta era "ninguna", pero de todos los oxímoros encontrarse perdido era su favorito
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 Y sin darle tiempo a respirar los últimos rayos de sol, sin avisarle de q el siguiente golpe iba a las costillas, llegó la nube a sus días
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Reflexión mañanera al ponerme los maripis: "No se como no tengo algo más de suerte con toda la mierda que piso"
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 Tenía la certeza de que cada error le acercaba más a la verdad. Por eso no le importaba tropezar siempre en la misma piedra.
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  Necesitamos su número de DNI, de la seguridad social, el de su cuenta corriente, su teléfono...Lo siento, soy de letras!!!
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Pero el problema radica en un aspecto en el que no esta dispuesta a ceder. Esas fueron las palabras del abogado, no de ella
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Si no fuera tu pretérito imperfecto y tu no fueras pluscuamperfecto, quizás el condicional de este verbo se tornaría futúro

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