09 noviembre 2014

#microrrelatos #microcuentos II

Son twitteadas...

 -¿Tendrás miedo, no? -Bueno, no es la primera vez que muero. Y diciendo esto se lanzó a la vida, en busca de algún kamikace.
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 Fue como el eterno enigma del detective de la vieja oficina. Solo sabían su origen, unas alternancias climáticas.
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 Solo tenía tiempo para sus libros. Y sus libros le devolvieron el favor haciéndole inmortal.
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 Cuando llegó abajo supo que habia valido la pena subir. El placer del vuelo de descenso fue proporcional al miedo de escalar.
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 Y cerró la puerta sabiendo que se alejaba de aquel exterior que tanto detestaba. Ahora los 10 m de su sótano eran su futúro.
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Y supo en aquel momento exacto que la puntualidad que tanto esquivaba, no tendría clemencia para llevarse sus recuerdos.
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 Aquella herdida auguraba su futúro incierto. Un escozor, un sinsentido sangrando lentamente...sin tirita que lo remedie.


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