Con las manos en los bolsillos...
31 julio 2016
Marilyn
Dulcemente, tras cerrar el frasco, se acostó en la cama y cerró los ojos dispuesta a abandonar su nueva vida. Sus viejos fantasmas estaban esperándola y ya había retrasado mucho tiempo el encuentro.
1 comentario:
Patricia Richmond
31 de julio de 2016, 9:24
Los fantasmas debieron seguir esperando. Sé feliz, querida Marilyn. Lo sigues mereciendo.
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Los fantasmas debieron seguir esperando. Sé feliz, querida Marilyn. Lo sigues mereciendo.
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