Hielo,
frío como el hielo se presentó delante de mí. Supongo que la escarcha de sus
hombros no era mas que la culpa, los sabañones las heridas abiertas, y el color
azul de su piel el tiempo intentando suavizarlo todo.
Sé que el
golpe seco de mi voz lo rompió el mil pedazos, pero no me importó. Al igual que
el hielo se derretirá y se irá calle abajo, como ya lo había hecho años atrás...